Halong Bay: un día a bordo del barco del capitán Hang

Halong Bay

Halong Bay es sin duda uno de los lugares más conocidos de Vietnam. Sus islotes, sus pequeños barcos pesqueros, sus pueblos flotantes y sus aguas son protagonistas de no pocas fotografías en redes sociales, revistas de viajes y cuadros de pared. Hoy os contaré cómo fue nuestra experiencia en este espectacular paraíso situado en la costa norte del país.

¿Qué es Halong Bay?

Antes de comenzar con nuestra aventura en la bahía, me gustaría dedicar unas palabras a describir este emblemático lugar. Halong Bay es uno de los lugares obligatorios para visitar en cualquier viaje a Vietnam. Está situado en el norte del país, a unos 170 kilómetros de Hanoi. Halong Bay está formado por un conjunto de islotes que, según cuenta la leyenda, fueron creados por dragones. Estos islotes, más de dos mil, están distribuidos a lo largo de los 120 kilómetros de costa y los 1.500 km2 de extensión. Este lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2010. Algo tendrá…

Por motivos obvios, la parte de Halong Bay que visitaremos será mínima en comparación con su tamaño.

El Halong Bay más turístico

Normalmente, la forma más habitual de visitar Halong Bay es a bordo de un crucero. A lo largo de un día y medio (o dos) el gran barco recorre las diferentes islas. Esta forma nos permite pasar la noche en uno de sus camarotes y, si la alarma es capaz de despertarnos, contemplar el amanecer desde el crucero. La parte negativa es que deberemos compartir nuestras horas con el resto de turistas y el rumbo del barco es fijo. No existen desvíos, flexibilidad  ni tiempo para improvisar.

En nuestro caso, optamos por una segunda forma de vivir la experiencia de Halong Bay y creo que no nos equivocamos.

Pescador de Halong Bay
Pescador de Halong Bay

Nuestra experiencia en Halong Bay

Nuestra aventura en Halong Bay llegó en el último día de nuestro viaje a Vietnam. Para entonces, habíamos sobrevivido al monzón y a 14 divertidos (sin ironía, divertidos de verdad) días de lluvia, hambre, sueño y de buscarnos las habichuelas para no dejarnos un solo rincón sin descubrir. Habíamos explorado Sapa, evitado morir atropellados en Hanoi o Ho Chi Ming, contemplado la magia de Hoi An y habíamos salido vivos de Hue. Llegamos a Cat Ba con la bandera de la rendición meteorológica izada. Nos iba a llover, sí o sí, era el destino, o eso creíamos. La gran sorpresa fue cuando no solo no nos llovió, si no que además salió el sol y tuvimos que quitarnos las sudaderas y el abrigo por primera vez en 15 días.

Para recorrer Halong Bay, decidimos no coger el famoso crucero. En primer lugar, no queríamos compartir excursión con un gran (y ruidoso) número de turistas y, en segundo, no andábamos muy bien de tiempo. No nos podíamos permitir pasar una noche en el barco. En su lugar, recurrimos a contratar un pequeño barco pesquero para realizar un tour privado. Contratamos esta excursión a través de Cat Ba Package Tour, concretamente a través de una joven llamada Smiley cuyo nombre encajaba perfectamente con su personalidad. La chica fue súper atenta y agradable con nosotros. (Contacto de Whatsapp para contratar: +84 97 1282362).

Halong Bay
Halong Bay

Un taxi puesto por la propia empresa pasó a recogernos a la puerta de nuestro hotel de Cat Ba a las ocho de la mañana. Desde ahí nos llevó al puerto donde nos estaba esperando Smiley. Ella fue quien nos presentó al capitán de nuestro barco antes de dejarnos a los dos (a Nacho y a mí) solos ante el peligro. El capitán comprendía y hablaba el inglés al mismo nivel que nosotros comprendíamos y hablábamos en inglés, aunque eso no supuso ningún problema para poder hacernos entender entre los tres.

El capitán del barco, de nombre Hang (creo recordar. Sí, diremos que se llamaba Hang), fue también tremendamente amable con nosotros. Subimos al barco y arrancamos rumbo a Halong Bay. Todavía el cielo estaba gris pero poco a poco se fue aclarando y empezó a apretar el sol. A medida que avanzábamos empezamos a ver los primeros islotes. Surcábamos el mar asomados en la proa del barco (la parte de delante, amigos). También empezamos a ver a los primeros pescadores en botes rudimentarios, haciendo uso de métodos tradicionales y controlando el  sedal con sus callosas manos cargadas de la experiencia recogida del mar. También vimos los primeros pueblos pesqueros flotantes. Mientras navegábamos, nuestro capitán nos regalaba melodías tocadas con su flauta bansuri, un instrumento típico vietnamita.  Incluso se arrancó a cantar. La verdad es que Hang lo mismo te comandaba un barco que te cosía un jersey al estilo de tu tía abuela la del pueblo… ¡¡Un crack!!

Pueblo pesquero de Halong Bay
Pueblo pesquero de Halong Bay

Ruta en kayak

Ruta en kayak por Halong Bay
Ruta en kayak por Halong Bay

Nuestra primera parada fue en un conjunto de puentes y pasillos flotantes. Allí bajamos del barco para recoger unos chalecos salvavidas y un par de remos. ¿Para qué? Para remar, obviamente. Nos montamos en una piragua y durante una hora disfrutamos (y nos cansamos) remando entre algunos de los islotes. Cruzamos un par de cuevas y pudimos ver varios monos en algunas de las islas. Como nos manteníamos firmes en la decisión de no compartir camino con otros turistas, optamos por esquivar cualquier contacto internacional y gracias a eso pudimos disfrutar del silencio de la bahía, tan solo roto por el sonido de los remos cortando el agua.

El primer baño en Vietnam

Volvimos a bordo de nuestro pequeño barco y seguimos con nuestro recorrido. Cada vez el sol golpeaba más fuerte, casi no nos acordábamos de qué era eso después del infierno vivido en los días anteriores. Nuestro gran capitán nos llevó a una pequeña isla con una playa. No tardamos ni medio minutos en saltar de cabeza desde la proa para probar por primera vez el agua del mar. La temperatura era perfecta y durante una media hora pudimos disfrutar de la isla. Aproveché para bucear, el fondo de agua estaba lleno de coral vivo y muerto y peces. Como es posible que sea ilegal coger coral muerto, diré que NO cogí coral muerto y NO lo tengo puesto encima de mi escritorio.

Cuando volvimos al barco, un pequeño bote apareció de la nada con comida, bebida y suministros. Era como una especie de kiosko ambulante. Nosotros compramos un par de cervezas, nos las habíamos ganado.

Una vez a bordo, el capitán Hang nos sacó la comida que había cocinado mientras estábamos en el agua. Fue brutal; rollitos de primavera, ternera, pollo, tomate, pepino, fideos… la famosa hospitalidad asiática en su máxima expresión. Comimos hasta que no pudimos más y nos tumbamos de nuevo en la proa mientras el barco navegaba hacia nuestro próximo destino.

¡Cuidado con los monos!

Desembarcamos en la Isla de los Monos. ¿Podéis adivinar qué especie de animal vimos allí? Antes de verlos, decidimos subir a la cima de la isla, donde había señalizado un “mirador”. Para hacerlo tuvimos que escalar por algunas zonas complicadas y escarpadas, aunque creo que prácticamente cualquier persona con una aceptable condición física puede hacerlo. Desde la cima pudimos ver unas vistas impresionantes de toda la bahía.

Monkey Island, en Halong Bay
Monkey Island, en Halong Bay

Al bajar, tomamos algo en un pequeño bar de la playa y estuvimos viendo jugar a los monos. Un consejo que daría sería que llevarais cacahuetes o comida para darles, allí se puede comprar pero son muy caros. Estuve fotografiando a los monos y descubrí que en absoluto son tan simpáticos y agradables como parecen. Esos hijos de p… solo son graciosos y divertidos hasta que se dan cuenta de que, o bien no tienes comida, o bien se la han terminado.  Cuando nos cansamos de las amenazas simiescas, volvimos al barco. Ya se estaba haciendo tarde por lo que el capitán Hang nos llevó de vuelta a Cat Ba.

Conclusión

Nuestra excursión a Halong Bay fue uno de los mejores momentos de nuestro viaje a Vietnam. Nosotros optamos por no coger el famoso crucero y, sinceramente, creo que escogimos la mejor opción. Aunque si bien es cierto que es más caro (una diferencia mínima), cuentas con libertad total y más flexibilidad para moverte y cambiar los planes. Además, el trato es personal y puedes esquivar a los grandes cruceros llenos de gente y ruido.

Halong Bay desde el mirador de Monkey Island
Halong Bay desde el mirador de Monkey Island

4 pensamientos sobre “Halong Bay: un día a bordo del barco del capitán Hang

  1. Me ha encantado la descripción….me parece un país espectacular….y sólo con tus palabras me has transportado a ese mundo….se nota que has disfrutado..
    Gracias por compartirlo

    1. Muchas gracias Pitu!! Vietnam en general fue espectacular, otro mundo. Sufrimos allí como no hemos sufrido en nuestra vida (lluvia, frío, hambre, sueño…) y aun así lo repetiríamos mil veces!!

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