¿Sabéis por qué Grecia es de color azul y blanco? Estos colores aparecen en todas las postales y en las revistas de viaje. El origen de esta tendencia cromática es de lo más curiosa y en él aparece hasta una pandemia

Si hablamos de Grecia, ¿qué color se os vienen a la cabeza? El azul y el blanco, sin duda. Estos son los colores de su bandera, de su mar, su cielo y del mármol con el que están hechos muchos de sus pueblos y ciudades. Pero por lo que más nos acordamos de estos colores, es por la forma en la que están pintadas sus casas. ¿Quién no ha visto Santorini? Esas casas al borde del acantilado, con paredes blancas y puertas y cúpulas azules. Tantas veces hemos visto esta imagen que muchos creen que es así toda Grecia. Nada más lejos de la verdad. Solo veremos esta arquitectura en algunas de las islas, las más turísticas, y su origen es cuanto menos curioso…

PRIMERO VINO EL COLOR BLANCO

El origen del color blanco de las casas griegas es mucho más macabro de lo que os podéis imaginar. No es para fomentar el turismo, ni para combatir el intenso calor del verano. Las casas de Grecia deben ese color a… ¡UNA PANDEMIA! (vaya sorpresa, eh).

En 1938, Grecia estaba bajo la dictadura del general y político Ioannis Metaxas. En este momento, en toda Europa surge un fuerte brote de cólera. Esta enfermedad, que hoy en día es muy fácil de tratar y prácticamente ha desaparecido en el primer mundo, se llevó la vida de millones de personas durante el siglo XIX. Para luchar contra ella, Metaxas hizo que las casas se empezaran a pintar con  asbesto (¡AMIANTO!), un material de color blanco que servía para desinfectar las casas y evitar la propagación de la enfermedad. Luego, más tarde, se descubrió que el amianto puede provocar fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón, carcinomas gastrointestinales o de laringe… pero esa es otra historia.

Y AHORA VAMOS CON EL AZUL

Ya hemos hablado del curioso origen del color blanco, vamos a por el azul. Hasta mediados de los años 50, solo había una isla pintada con estos dos emblemáticos colores: Mikonos. Esta isla era la más visitada del país y su imagen se vendía como el lugar perfecto para veranear. Fue en ese momento cuando la reina Federika, madre de la reina Sofía (nuestra Sofi), ordenó que el resto de islas del mediterráneo siguieran su ejemplo y decoraran sus edificios de estos colores, con el objetivo de extender el turismo de Mikonos al resto del territorio de Grecia.

Por cierto, si os fijáis en la imagen de Mikonos que abre este artículo, os daréis cuenta de que hay varias fachadas y balcones pintados de color rojo. Este color no está escogido al azar, ni sus propietarios son daltónicos. Como protesta a la corona, los habitantes que estaban en su contra pintaron sus fachadas de este color.