EL DIOS MIN: LA LEYENDA DEL SEMENTAL DEL NILO
En las paredes de Egipto, llama la atención la hierática figura de un dios. Parece una persona como otra cualquiera: sin adornos, sin la cabeza de ningún animal y sin corona. Pero es imposible no fijarse en algo, y no es precisamente en su cabeza. Un poco más abajo, podemos observar, no sin cierta admiración y… ¿envidia?, un enorme falo ¿Quién es este personaje? ¿Cuál es su historia? ¿Existía la Viagra en la era de los faraones? Hablamos del dios Min, y vayamos poco a poco con su historia…
En Egipto, hay una serie de dioses fácilmente reconocibles. El todopoderoso Ra; Isis; Horus, con su cabeza de rapaz o, por supuesto, el enigmático Anubis. Pero hoy voy a contar la historia de otra importante figura de Egipto. Una que llama (mucho) la atención, no por tener la cabeza de un animal, ni tampoco por llevar grandes coronas o adornos. Lo que llama la atención de este dios es su atributo, con el que podría dar sombra al Faro de Alejandría, a la Torre Eiffel y hasta al gran Cristo Redentor de Brasil. Os voy a contar la historia del dios Min y de su tremenda herramienta…
HISTORIA DEL DIOS MIN
La historia del dios Min se remonta miles de años atrás en el tiempo, antes incluso de la construcción de los templos, las pirámides y de las grandes dinastías. En esta época, Egipto vivía una gran guerra, una que parecía no tener fin y para la que el faraón mandó armar a todos los hombres del reino. Min, que había nacido manco, se salvó de esta leva. Al no poder sujetar un escudo y una espada, no podía resultar muy útil en el frente.
Lo que ocurría con el bueno de Min es que, mientras los dioses le habían privado de dos manos, le había otorgado otro don, uno de considerable tamaño…
Todos los hombres del reino habían marchado, despidiéndose de su tierra y de sus familias, sabiendo que era probable que no regresaran jamás. Min, que tenía mucho tiempo libre, comenzó a hacer aquello para lo que los dioses parecían haberle creado. A todas horas. Todo por Egipto, por supuesto: el reino no podía quedarse sin descendencia…
Min fue un hombre que se tomó muy en serio su labor y, al cabo de un año, todas las mujeres del reino estaban embarazadas, ¡El futuro de Egipto estaba asegurado! ¡Viva Min!
No obstante, hubo un pequeño problema… Egipto acabó ganando la guerra y prácticamente todo el ejército volvió a salvo a casa… ¿Os imagináis la cara de esos soldados al descubrir, después de más de un año de dura guerra, que sus mujeres habían quedado embarazadas del manco que se había librado de ir al frente? Los hombres pidieron al faraón un castigo ejemplar para el Semental del Nilo. Algunos pedían incluso su muerte. Pero el dios Ra se apareció en sueños al faraón y le pidió que fuera clemente con Min. El faraón, que buscaba contentar a su pueblo y al dios, accedió a perdonarle la vida, aunque Min no se libro del castigo. Por sus díscolas aventuras, se le amputó una de sus tres piernas. No os preocupéis, fue una de las que tenía repetidas.
Desde ese momento, Min fue nombrado en Egipto dios de la fertilidad y representado como una figura con un solo brazo y un enorme falo.
SI TE INTERESA EGIPTO… |